La contingencia sanitaria por el COVID-19 ha puesto a prueba el sistema hospitalario del mundo, su capacidad de respuesta e infraestructura instalada, donde México todo parece indicar que no está preparado para hacer frente a una situación masiva.
Al inicio de la contingencia, fueron los propios trabajadores del sector salud quienes evidenciaron la crítica situación en la que se encuentran hospitales del país, ante la falta de insumos y equipamiento para protegerse y poder asistir a pacientes sospechosos y positivos de COVID-19.
En Sinaloa, un estado donde el desabasto de medicinas es una constante en hospitales públicos, la situación es preocupante, trabajadores de salud han tenido que sacar de su bolsillo para comprar desde guantes, cubrebocas y demás equipo médico para protegerse del virus.
Además, a la carencia de médicos y enfermeros, así como de especialistas, se sumará la falta de insumos y de herramientas como los respiradores artificiales, lo cual podría conllevar a un grave problema.
En Los Mochis, el Hospital General cuenta con solo 16 respiradores o ventiladores para asistir a pacientes infectados con covid-19, equipamiento que resultará insuficiente para atender a una población con de más de 449 mil habitantes en Ahome.