Entre las maravillas que existen en la región norte del estado, sin duda no podemos dejar de mencionar el ferrocarril Chihuahua-Pacífico, no solo como uno de los destinos turísticos más importantes del mundo, sino también como un detonando en el desarrollo económico de la región.
Fue a finales del siglo 19 cuando Albert Owen tuvo la iniciativa de construir un ferrocarril que atravesara desde Kansas City hasta el Puerto de Topolobampo, mismo proyecto que le vendió a Arthur Stillwell en 1905, iniciando con la construcción del ferrocarril que llegaba desde Topolobampo hasta el municipio de El Fuerte.
''Vienen desde la época de Owen, a finales del siglo 19, donde Owen en 1880, más o menos, hizo el propósito de construir un ferrocarril que viniera del este a la costa del Pacífico de Estados Unidos''
Tiempo después, Stillwell vende el ferrocarril a Benjamín Francis Johnston en 1929, quien trató de pasar el proyecto al gobierno mexicano, sin embargo, es hasta 1933 cuando compran los derechos del ferrocarril y en 1958 se continúa con la construcción del ferrocarril Chihuahua Pacífico en 1958, hasta terminar lo que hoy conocemos como la ruta hacia las Barrancas del Cobre.
El ferrocarril fue un importante detonante económico en Ahome, principalmente por la exportación de legumbres, hortalizas, así como también se transportaban mieles y alcohol a los Estados Unidos, sobre todo en la época de la primera guerra mundial, sin embargo, fungía también como un medio de transporte en Topolobampo hasta San Blas y El Fuerte.
Hasta nuestros tiempos, el ferrocarril sigue siendo un gran impacto turístico y económico en la región, con el imponente Chepe, que es una de las rutas preferidas de turistas que vienen de todos lados del mundo para conocer la aventura de las Barrancas del Cobre.