Con el incremento de las temperaturas aumenta también el riesgo de que se active el hongo de pudrición texana en el Jardín Botánico Benjamín Francis Johnston, situación que representa una amenaza para el jardín.
Para evitar que más árboles se vean afectados por el hongo, se han intensificado diversas acciones que buscan fortalecer la nutrición de los suelos y regular el PH y de esta manera mantener inactivo el hongo.
Cabe recordar que durante el 2016, alrededor de 20 especies endémicas y nativas de otros países fueron afectadas por el hongo de pudrición texana sobre el pulmón verde más grande de la ciudad.