La controversia de aranceles por importaciones del tomate mexicano no es nueva y se remonta a los años 90s.
Guasave, Sinaloa.- El pasado 14 de abril el gobierno de los Estados Unidos, anunció la imposición de un arancel del 20.91% a las importaciones de tomate mexicano.
El Departamento de Comercio indicó que estas tarifas entrarán en vigor a partir del próximo 14 de julio, tras retirarse de un acuerdo que, según afirman, no protegía a los productores nacionales.
Cabe señalar que de todas las importaciones de tomate a los Estados Unidos, el 86% de ellas provienen de México, una cifra que se ha mantenido similar en los últimos años.
Ante esto Socorro Castro Gálvez, productor de hortalizas en Sinaloa, aseguró que está controversia no es nueva, y que desde los años 90s se acusa a la importaciones de deñar la industria interna de los Estados Unidos.
Detalló que cada año electoral, agricultores sobretodo del estado de Florida reviven la controversia de subir aranceles para que el producto mexicano pueda entrar solo cuando hay un mercado muy caro y ellos lo puedan suplir.
"Es una controversia constante entre agricultores, si estamos preocupados, la amenaza esta vez viene muy dura, sin embargo tenemos la confianza de que vamos a poder salir adelante, muchas veces cuando ya lo ven de cerca se dan cuenta que no pueden darle la razón a sus agricultores".
El productor manifestó que se ha demostrado que las importaciones de tomate son un regulador de precios, que de no efectuarse el consumidor final y la industria restaurantera estaría pagando muy caro los productos hortícolas.
Y es que las exportaciones de tomate representa 3,340 millones de dólares y genera 500 mil empleos directos a nivel nacional.
El tomate es el 4to producto agroindustrial que más exporta México, y Sinaloa participa con el 42% de las exportaciones, seguido de Jalisco y Sonora con el 11%, Guanajuato el 7% y Puebla el 6%.
Actualmente la exportación de hortalizas tiene una reducción significativa y ha pasado de las 50 mil toneladas en el ciclo anterior a 44 mil en la actualidad. Y es que la reducción en la comercialización afectó al sector hortícola, aunado a los bajos precios en los distintos cultivos como el tomate, mismo que tuvo una disminución de un 20 por ciento.