Para los indígenas, la tierra es la fuente de vida, un regalo del creador que nutre, sustenta y enseña. Aunque los indígenas varían mucho en sus costumbres, cultura e impacto sobre la tierra, todos consideran a la Tierra como su madre y la veneran como tal.
Es por ello, que el proyecto de la planta de amoníaco que se pretende construir sobre el sitio Ramsar Bahía de Ohuira mantiene preocupados a la población indígena que vive en comunidades como Lázaro Cárdenas, Paredones, Ohuira y Topolobampo, quienes se oponen a dicho proyecto pues aseguran que representa un peligro para la vida y los ecosistemas.
"Ya impactó con el hecho de que se rellenaras los humedales, ya empezó el impacto ambiental ya se está resintiendo, entonces creo yo que con la instalación de esta planta pues lógicamente todo el sustento de las familias está en riesgo".
Indígenas de estas comunidades condenan que gobiernos antepongan el interés económico sobre el cuidado al medio ambiente.
"Qué es más importante el medio ambiente o el dinero, eso lo podría yo entre paréntesis, la vida no tiene precio y más la de los seres humanos".
Reprueban que no hayan sido consultados en tiempo y forma para la construcción de dicho proyecto, piden no más violaciones a sus derechos como pueblos originarios.