Joven indígena rompe paradigmas y decide estudiar

 "Mi mayor sueño es llegar a sacar mi carrera para poder tener un trabajo estable y poder ser alguien profesional para que el día de mañana si yo llego a tener una familia tenga con qué sacarlos adelante".

 Ella es Magali Rodríguez Onofre tiene 19 años y es originaria del municipio de Xochitlán del estado de Puebla, desde hace 2 meses llegó junto a su familia al estado de Sinaloa en busca de trabajo para una mejor calidad de vida.

Magali, es un claro ejemplo de que cuando se quiere se puede a pesar de los obstáculos que se presenten en el camino, pues además de enfrentarse a la limitantes económicas, esta jovencita de tan solo 19 años rompe con el paradigma de solo contraer matrimonio y tener hijos, y es que en medio de un contexto de pobreza, marginación y violencia que se vive en comunidades indígenas del país, ella decide voltear hacia la educación.

 "Bueno pues la verdad nosotros somos de bajos recursos y pues quise aprovechar la temporada que está esta pandemia para trabajar un poco y lograr sacar mis estudios". 

Magali estudia el primer año de la licenciatura de Biología en el Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla en Puebla pero tras las clases en línea decidió emigrar a Sinaloa en busca de trabajo para poder apoyar a la economía de su hogar y para costear sus estudios. Trabaja de lunes a viernes en cortes de legumbres, los fines de semana toma clases en línea, proceso que no ha sido fácil debido a las limitantes a las que se enfrenta.

Sin embargo, en medio de todo esto, comerciantes de la comunidad donde actualmente reside, reconocen su esfuerzo y la han estado apoyando proporcionándole internet gratuito e inmobiliario para que pueda tomar sus clases con mayor facilidad.

"Un ejemplo verdaderamente, cómo es que hace más la persona que quiere que el que puede, porque a parte de que nos platica que trabaja de una jornada que sale a las 5 de la mañana y regresa hasta las 8 de la noche y tiene que cumplir con tareas". 

La mayoría de los indígenas padece "pobreza extrema", que Coneval define como fuertes rezagos en el acceso a servicios básicos de vivienda, alimentación, salud y educación, lo que agrava las desigualdades de dicha población y restringe sus posibilidades de estudiar.

Cifras recientes dadas a conocer por la UNICEF y el CONAPRED revelaron que el 90.8% de quienes hablan lenguas indígenas en México se encuentran en situación de pobreza. Y uno de cada nueve vive en pobreza extrema.

 Pero además, por no comprender el español y conservar su lengua indígena, 50 mil jóvenes no acceden a la universidad