**La que fue llamada la Mujer más fea del mundo ahora yace en una tumba digna, lo que se busca es enaltecer sus dotes artísticos así como sus dones políglotas **
GUASAVE.- Julia Pastrana tuvo el infortunio de nacer en una época en la que la ciencia no permitía aún que se revelara que padecía Hipertricosis, enfermedad conocida como síndrome de hombre lobo. Por ello la oriunda de Ocoroni Sinaloa, fue exhibida como un fenómeno de circo y tratada como algo menos que un humano.
José Carlos Rodríguez Laura, quien es Cronista del municipio de Sinaloa, señala que poco es lo que se sabe aún sobre la vida de Julia durante su niñez en la serrana región, sólo se sabe que nació en agosto de 1834. De niña su mamá la dejó al cuidado de una persona que la vendió al circo, de ahí llegó al puerto de Mazatlán, que entonces era capital del estado, el gobernador la llevó de visita a Estados Unidos, donde fue enamorada por Theodor Lent, quien fue padre de su hijo y verdugo de ambos, lucrando con ellos incluso después de que estos murieran.
La historia de Julia, es de las muchas que se pueden encontrar en Sinaloa de personas ilustres y de valía, y es precisamente así como se busca que se le recuerde: La artista, políglota y cantante, un ser extraordinario. El cronista de la ciudad señala que a ocho años de la repatriación de los restos de Julia Pastrana, cada vez son más los que se interesan por conocer la historia, no por el morbo de su físico, sino por el alcance que puede tener la ignorancia y crueldad del ser humano.
Rodríguez Laura recuerda que fue gracias a Laura Anderson, artista que fue contratada para una obra sobre julia pastrana, que inició la travesía para regresar sus restos al municipio de donde es originaria. Lo que quedaba de Julia se encontraba en un sótano de la universidad de Oslo, en Noruega. Una de las condiciones que puso la universidad para acceder a la repatriación fue que no se siguiera lucrando con la exhibición de los restos mortales de Julia, por ello un trabajador de esta casa de estudios viajo acompañando el ataúd y permaneció hasta que se le dio cristiana sepultura.