A raíz de las carencias y poca solvencia económica por la cual estaba atravesando, Leodegario Gil se vio obligado a dejar su lugar de origen en busca de mejores oportunidades que le pudieran proporcionar sus habilidades y venta de artesanías.
Hace aproximadamente 10 años que Leodegario abandono el estado de Puebla junto con su esposa y 3 hijos para que continuarán con sus estudios, explicó que ya son alrededor de 6 años que se ha dedicado a ir de tianguis en tianguis para ofrecer sus productos, entre los que destacan el tianguis del Tajito, Ruiz Cortines, Mochicahui y Juan José Ríos para sacar por lo menos el sustento diario, detalló que vende sus agujas mágicas, hilos, mantas para bordar, y algunas que tiene ya dibujadas para que la gente las haga, pero lo que más disfruta es promover la enseñanza del bordado artesanal, explicó que le enseña especialmente a señoras el arte ancestral que consiste en realizar diversos tipos de puntadas que aprendió de sus padres y que ha realizado durante casi toda su vida, menciono que es una actividad que su esposa e hijos también llevaban a cabo pero que ahora le interesa que ellos prioricen sus estudios.
Manifestó que la gente aprende rápido de sus técnicas con solo una pequeña capacitación, también comentó que en ocasiones sus aprendices lo buscan para mostrarle sus trabajos y el hasta los califica, sin duda la actitud con la que desempeña su trabajo mantiene a este señor sereno en medio de las dificultades y le brinda una gran creatividad para resolver cualquier dificultad que la vida le presente.