Tras haberse anunciado ley seca durante la cuarentena en el estado de Sinaloa, donde se restringe totalmente la venta de cualquier tipo de bebidas alcohólicas para evitar la propagación de covid-19.
Las compras de pánico de cerveza y otras bebidas embriagantes se han desatado sobre todo en hombres, quienes decidieron romper el aislamiento para acudir a los supermercados ha realizar el consumo en grandes cantidades, minutos antes de la suspensión oficial.
Este tipo de bebidas no son parte de las provisiones básicas de alimentación, pero luego de ver a cientos de personas desesperadas por adquirir este producto es necesario entender la conducta de compra en términos de salud mental, no es casualidad la ansiedad y desesperación por adquirir estas bebidas que generan adicción.
Especialistas refieren que la suspensión del consumo de cerveza, vinos y licores podrían provocar irritación y ansiedad en las personas que están habituadas a consumirlos y tienen una dependencia considerable a ellas.
"Pudiera desencadenar lo que es la abstinencia, lo que es la ansiedad,rasgos depresivos, la irritación, por que las personas que están habituadas a estar consumiendo estas bebidas, cada semana o cada tres días, al pasar esos días vana a surgir estos síndrome de abstinencia"
En algunas personas la ansiedad podría ser tan intensa que podrían prescindir de otras cosas pero no de la cerveza, que es como su medicación o una especie de ansiolítico disfrazado o enmascarado, psicológicamente se encuentran seguros de que pese a lo que pudiera suceder se encuentran preparados con las suficientes provisiones.
En lo que va de la cuarentena se han registrado en promedio 18 nuevos pacientes con problemas de adicciones en el Centro de Integración juvenil, cifra que podría elevarse tras continuar con el confinamiento.
Aunque las autoridades tratan de regular la venta clandestina , los anuncios a través de redes sociales y de boca en boca persisten y para los adictos es muy fácil detectar estos lugares de venta inapropiada.