Ante los riesgos que implica para la soberanía alimentaria, el Gobierno mexicano decidió frenar la prohibición del uso del glifosato en el campo.
Productores habían advertido que el eliminar de tajo su uso, la producción de alimentos se vendría abajo además de otras repercusiones como la inflación en la canasta básica.
"Hay manera de hacer las cosas y hablando de frijol y maíz hay una escasez a nivel nacional y es una realidad": Marte Vega Román, presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES)
Para el Director General del Consejo Nacional Agropecuario, Luis Fernando Haro, celebró la decisión del Gobierno Federal tras considerar que la prohibición del herbicida representaba la tormenta perfecta para el campo ante el entorno complicado que vive el campo en el país por el fenómeno de la sequía y problemas en la comercialización de los granos.
"Estamos preocupados porque el escenario no está nada fácil está la tormenta perfecta en el tema de la producción de granos en donde el tema de la sequía ya afectó y está afectando y se prevé que seguirá afectando el tema de la productividad": Luis Fernando Haro, director general del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
Productores agrícolas se suman al esfuerzo del gobierno de México para construir un sistema agroalimentario más fuerte, más resiliente y más justo, que asegure la seguridad alimentaria y el bienestar de la población mexicana.
Pero ¿Qué implica prohibir el uso del glifosato en México?
De acuerdo a la Secretaría de Agricultura del Gobierno Federal la prohibición del herbicida implicaría una afectación entre un 30 a 40 % en la producción de alrededor de 64 cultivos agrícolas.
Para la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos el dejar de usar el herbicida que sirve para controlar las malezas golpearía principalmente a los pequeños productores que producen el 60 % de la superficie agrícola y que usan el producto para bajar los costos de producción en el combate de plagas.