Casi sin darse cuenta, Ernesto, a sus 16 años de edad comenzó a olvidar la importancia de la alimentación ¿sus razones? el temor a ganar kilos, acompañado de una imagen distorsionada que observó -durante años- cada vez que estaba frente a un espejo.
La sensación constante de sobrepeso y sin importar el llamado que la familia así como amigos compartían con él sobre su delgadez, nunca fue suficiente para tomar acciones en el tema. Evadir la comida se convirtió en una actividad frecuente en su adolescencia.
"Muchas personas se fijan en los gordos, los insultan, les hacen bullying y cosas como esas y pues, no, prefería no comer, la verdad".
Aunque Ernesto nunca padeció con anterioridad problemas de sobrepeso; por más de tres años, su temor a ganar kilos lo llevó a tomar decisiones que deterioran su cuerpo y salud.
"A veces comía una vez al día, o simplemente no comía y me sentía mareado, pero no le tomaba importancia la verdad", destacó Ernesto "L", al relatar su experiencia.
En Sinaloa, durante el 2018 se tiene registro de 120 casos relacionados con anorexia, bulimia y otros trastornos alimenticios; sin embargo especialistas resaltan que esta cifra puede ser mayor pero muchos de los pacientes no buscan tratamiento.
Se presenta con mayor frecuencia en mujeres que en hombres según datos divulgados por el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE). En el 2018 en Sinaloa se registraron 46 casos en hombres y 74 en mujeres, donde predominan la anorexia y la bulimia en rangos de edad entre los 12 y 19 años, en muchos casos este trastorno puede ocasionar hasta la muerte.
"Si nos vamos a las estadísticas, somos más propensas las mujeres, pero no podemos descartar a los hombres que cada vez están más en aumento en ello", señaló Ema Meza, psicóloga clínica.
Aunque es un padecimiento difícil de detectar durante los primeros meses, es importante que padres de familia estén atentos a las siguientes conductas de sus hijos: evitan comer con la familia, se le nota decaído, irritable, sus temas de conversación se inclina por las calorías, retracción social, pérdida de peso, anemia, por mencionar algunas.
Con el apoyo de su familia y amigos, Ernesto superó este trastorno que lo sumergió por más de dos años en esta condición, poco a poco, logró recuperar los hábitos alimenticios idóneos. Hoy, su mensaje es a todos los jóvenes?