Para llegar hasta el hogar de Oliver Rodríguez , hay que caminar sobre sobre laberintos de piedra y escalones de concreto por algunos minutos.
Callejón que a sus 10 años de edad Oliver recorría con facilidad , hasta que un mal día del 2015 un grave accidente le cambió la vida.
"Íbamos rumbo a Culiacán, yo, mi padrastro y mi mamá y pues mi padrastro se murió en el accidente, mi mama tuvo lesiones y todo , pero ella anda bien y yo quede así"
Desde aquel entonces el sueño de ser futbolista quedó truncado ,al diagnosticarle fractura de fémur, daños en la columna y la vértebra cervical, dejándolo sin la posibilidad de caminar.
"Corría, él andaba en las bicicletas, le gustaba mucho estar en el parque y brincar , lo andaba buscando yo por que se me brincaba"
Después de 5 años de peregrinar en tratamientos para mejorar su calidad de vida , los recursos y el gran sueño parecía terminar para Oliver, sin embargo hoy un grupo de ángeles se han unido para dar luz y esperanza.
"Someterlo a un proceso de rehabilitación intensa, tratar de descontracturarlo e inyectarle los tendones de la corva para empezar a estirarlos un poco más y que pueda el movilizarse" Medico cirujano.
"Volví a la vida , por que yo ya no creía que iba volver a caminar , yo miraba la situación de que no teníamos para la cirugía "
"Ya tengo más esperanza , ya creo más y tengo fé"