"Ser mujer policía en Sinaloa es muy difícil, hay mucho machismo en las corporaciones, hay mucha desigualdad y mucha discriminación hacia la mujer".
Además de estar desprotegidas, mal pagadas y equipadas, abandonadas por el Estado y sus comunidades, con jornadas extenuantes y capacitaciones nulas o exprés, las mujeres policías enfrentan día con día un altísimo riesgo de ser asesinadas, pero no solo eso, son víctimas de desigualdad, discriminación, violencia y acoso al interior de las corporaciones.
"Pues sí se dan casos porque a veces los jefes o los comandantes te piden favores y si no accedes te "nelean" como quien dice, te traen en los peores puntos".
Ante este escenario, es cada vez más difícil propiciar e imaginar motivaciones para ser policía en México. Aun así, la mayoría de los policías se esfuerzan por servir y proteger a la ciudadanía, ¿Pero a ellas quién las protege?.
"Ahorita no hay quien te proteja, ni quién te defienda, estamos para proteger o para defender nosotros y a nosotras no hay quién lo haga, no contamos, yo fui a ISMUJERES, ya no fui más porque hay compañeras que lo han hecho y no sirve de nada, nada más ye echas de enemigo a los jefes o a los mandos".
Las mujeres policías en México representan alrededor del 20% del estado de fuerza en el país.
De acuerdo a una investigación realizada por la organización "Causa en Común" existe una brecha de género que limita el crecimiento profesional de las mujeres policías al interior de las corporaciones, además que se convierten en víctimas de conductas indebidas relacionadas con el acoso, discriminación y violencia de género en sus lugares de trabajo.
En Sinaloa las mujeres policías expresan son discriminadas hasta en los mínimos detalles como la entrega de uniformes hechos para hombres.
"Nada más date cuenta, en la entrega de uniformes, los uniformes son para hombres, no hay que digas estos uniformes son para mujer, porque tenemos mujeres policías también".
Tristemente, mujeres policías expresan que aspirar a un puesto o un alto mando, es como soñar despiertas, pero lo más grave es que quienes intentan alzar la voz para hacer valer sus derechos, son amenazadas y castigadas.
"No tenemos derecho a aspirar a un puesto o a un mando, solamente se lo dan a los hombres, ahí es una discriminación, hay puestos a donde yo no puedo aspirar porque soy mujer".