Panteón de Tamazula, una joya de la cultura con tumbas del siglo XIX.
Guasave, Sin. Además de los atractivos turísticos y culturales con los que cuenta la comunidad de Tamazula, en el tradicional panteón se albergan tumbas con más de 100 años de antigüedad, algunas de antepasados que sepultaban a sus difuntos en las llamadas tumbas de tiro las cuales se caracterizan por ser demasiado profundas, sin enjarrar, en las que ponían urnas para que al difunto no le cayera la tierra al cuerpo.
A decir Rossy Atondo, historiadora y guía del museo comunitario de Tamazula, la primera cripta que hubo en el panteón de Tamazula fue de la señora Balbina Rocha, que falleció en febrero de 1868, y la actual lápida se encuentra exhibida en el museo comunitario de Tamazula.
Una de las costumbres más deseables que tenían los Tamazulas era principalmente el culto a los muertos, en los funerales haciendo referencia que los cementerios no eran de blancos ni mestizos, sino de indígenas que trasladaban a sus muertos en las camas donde morían, las camas llevaban un petate con el cuál cubrían antes de ser sepultados o incluso con la cobija que ellos usaban.
"El cementerio de aquí de Tamazula no era para mestizos ni para blancos, únicamente era para indígenas, ahí se usaban las tumbas de tiro".
"Enseguida ya fueron los blancos, que en el año de 1868 fue enterrada una española, la primera de Balbina Rochín".
Otra cripta relevante del panteón es la de el doctor Ginecólogo Yasuomi Kosawa originario de Aichi Japón, quien falleció el 8 de octubre de 1925 a sus 56 años de vida, llegó a Tamazula en 1918, refugiado de la primera guerra mundial.