Desde el marzo del año pasado, la economía se vio fuertemente golpeada por la llegada del coronavirus a Sinaloa, y a pesar de los esfuerzos por reactivar la economía, son muchos los negocios que se ven obligados a cerrar sus puertas, en especial, aquellos pequeños establecimientos quienes no cuentan con la infraestructura para sobrevivir.
Tal es el caso de la fonda "Doña Nieves", en el puerto de Topolobampo, ubicado sobre el boulevard Adolfo López Mateos y la calle Curvina, atendida por la Señora Anita y aunque mucho tiempo está fonda donde vendía desayunos y comidas le ayudaban a salir adelante, pero últimamente, mantener la fonda abierta representa más gasto que una inversión, por los altos costos a la alza de los servicios como gas, luz o agua, y la canasta básica, sin reflejar ganancias.
"Si vendo 500 pesos, invierto 300 y guardo 200, pero yo no vendo más, ahí esta ella de prueba, ahí están las muchachas, yo no vendo más, desde la pandemia para acá yo no he conocido mil pesos, que venda yo en un día, o en una semana, no no vendo" -Anita Félix, comerciante.
Doña Anita, aunque es una viuda pensionada, asegura que la cantidad que recibe no le alcanza para sobrellevar los gastos en el hogar, y desde que inició la pandemia sus clientela ha ido disminuyendo, en los últimos días cada vez es más la comida que desperdicia y la inversión perdida.
"¿Cómo le hago?, ¿de que voy a vivir?, son 2,400 lo que me llega de pensión, como le digo y lo vuelvo a repetir, si tengo a mis hijos, porqué es lo primero que van a decir ¿Qué no tiene hijos?, si pero ellos tienen sus obligaciones, tienen sus hijos que estudian que comen y calzan y visten, y yo no les voy a estar quitando el bocado, para estar yo a gusto sentada aquí viendo quien pasa" -Anita Félix, comerciante.
Así como la fonda "Doña Nieves" son muchos los restaurantes al borde de la quiebra.