El estado de Sinaloa se destaca como uno de los principales motores en la producción y exportación de productos del mar en México. No obstante, la pesca ribereña enfrenta una de las crisis más severas de la historia, marcada por los elevados costos de producción, la escasez de apoyos gubernamentales y una drástica caída en los precios de las especies destinadas a la exportación.
"Hay días malos, días buenos, otros peores y la verdad la pesca esta en decadencia " Pescador de la Cooperativa Cerro San Carlos
Según información de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, en el 2024 Sinaloa reportó 320 mil 944 toneladas de productos del mar, consolidándose como uno de los líderes del país en este rubro, solo por debajo de Sonora con 844 mil 112 toneladas.
El presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras Siglo XXI en Ahome, José Alfonso Chaparro, señaló que la producción de camarón ha disminuido drásticamente en los últimos años.
En aguas interiores, la captura pasó de 7 mil a poco más de 4 mil toneladas. A esto se suma la reducción en los precios, lo que ha impactado significativamente la rentabilidad de la exportación, especialmente este año. Un camarón de talla grande, que anteriormente se comercializaba entre 190 y 220 pesos por kilo, no superó los 150 pesos en esta temporada.
" Este año ha sido muy complicado por que de inicio tuvimos la caída de precios , tenemos las tallas de camarón que son para el mercado nacional , pero el mercado ha estado complicado en los últimos años, hemos tenido competencia de camarón de otros países y eso le pega al mercado nacional" José Alfonso Chaparro, Presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras Siglo XXI
Por otro lado, la pesca de huachinango se ha consolidado como una actividad económicamente rentable para los pescadores, quienes suelen capturar hasta media tonelada diaria. Sin embargo, en los últimos días, el precio de este pescado ha experimentado una caída significativa en el mercado, alcanzando los 130 pesos por kilogramo, cuando anteriormente se comercializaba entre 170 y 180 pesos. Esta reducción representa una pérdida de hasta 50 pesos por kilo.
A pesar de esta situación, el sector pesquero mantienen la esperanza de que el mercado se recupere y les permitiría seguir trabajando y es que factores como la demanda internacional y las condiciones climáticas son determinantes para la estabilidad de la pesca en la región.