No se realizó un análisis real y profundo de lo que pudiera ocasionar los cambios que se derivarán con la nueva Ley de ciencia, situación que genera preocupación en la comunidad académica ante la desaparición el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), para convertirse ahora en el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (CONAHCTI), señaló Diana Escobedo, investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional en Sinaloa (CIIDIR).
La investigadora manifestó que si bien es cierto, estos cambios no van a parar el proceso de investigación, sí se corre el riesgo de que sea sesgada, detalló que debe hacer un análisis de los problemas, pero no son los políticos desde su curul quienes deben hacerlo, sino la comunidad científica en cada región, quienes tienen el contacto directo con la realidad.
Diana Escobedo mencionó que con anterioridad en cada gobierno siempre se había tomado en cuenta a la comunidad académica para la toma de decisiones, ahora éstas las toman los secretarios de estado.
Puntualizó que la decisión tan apresurada de la reforma provocará fuertes repercusiones en base a una serie de demandas y solicitudes a la Suprema Corte para que sea revisada, puntualizó que académicos no entienden la prisa por realizar los cambios, sin embargo no están cerrados a ellos, ya que como todo en la vida se tiene que evolucionar buscando mejorar procesos, no destruyendo instituciones.