Desde temprana edad, el pequeño Raúl se sintió inspirado por la música gracias a sus abuelas que desde la cuna le mostraron la magia del canto a dos voces y con el pasar de los años, ese amor por la música fue creciendo hasta convertirse en su mayor pasión.
Raúl Morales Velazco, es un joven de 27 años, originario de Coatzacoalcos, Veracruz, quien ha recorrido los escenarios más importantes de México gracias a su talento como cantante de ópera bajo, desde el impresionante Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, hasta el Teatro Ingenio de Los Mochis, recorriendo diferentes estados de la República, posicionándose como uno de los intérpretes de ópera más prometedores de México.
''Desde que empecé a estudiar música ya son 11 años, desde que me metí formalmente al mundo de la ópera, a hacer presentaciones, tiene unos 7 años más o menos''
Su más reciente éxito fue su participación en el Concurso Nacional de Bellas Artes ''Carlo Morelli'', donde obtuvo un merecido tercer lugar, sobresaliendo entre 121 jóvenes de todo el país que participaron para llegar a la final de este importante galardón. Raúl narra que ha sido uno de los momentos más emocionantes de su vida que compartió junto a su familia, amigos y maestros.
''Eso fue mágico porque honestamente yo no esperaba quedar en ningún lugar, mi plan era que me dieran el premio del público, algún premio menor o incluso no ganar nada, solo estar en la final yo era más que feliz y yo ya era ganador por estar ahí''
Después de recibir tan importante reconocimiento, Raúl Morales Velazco se encuentra en la ciudad de Los Mochis, siendo parte del Ópera Estudio del Noroeste, preparándose para proyectos internacionales y haciendo audiciones en diferentes óperas estudios de Europa, siguiendo su pasión y abriéndose paso en el mundo de la ópera.
Raúl Morales es un joven apasionado, orgulloso de sus raíces, que disfruta estar en la cocina experimentando sabores y estar en compañía de sus amigos y de su familia, quienes lo han apoyado desde el principio para llegar hasta este momento de su vida, compartiendo el mensaje de que hay que tener agallas para dedicarse a la música y no pensarlo mucho, ''...porque el tiempo no perdona''.