Al vedarse la principal especie de captura , las alternativas son pocas para los pescadores de la región norte de Sinaloa, particularmente este año ha disminuido considerablemente la producción de guachinango, por lo que se encuentran sobreviviendo con la captura de jaiba.
Alfonso Chaparro, dijo que el impacto económico se ha reflejado en la nula demanda de los productos del mar, ante la contingencias por coronavirus, a pesar de encontrarnos en cuaresma.
" Hay desocupación ahorita en el sector, esperemos que esta cuaresma que termina el dia 15 de abril , haya manera de cómo desplazar el producto que se capture, aunque la verdad no ha sido mucho, una de las pesquerías que mas nos arroja es el guachinango y no ha habido"
De acuerdo con la Federación de Cooperativas Pesqueras Siglo XXI, de los 3300 trabajadores que iniciaron con la actividad al día de hoy únicamente opera el 30% de esta cantidad.
Indicó que aunque ya han solicitado apoyos en el programa de empleo temporal al Gobierno del estado aún se encuentran en espera del recurso.