La crisis del agua es una realidad en nuestro país y forma parte del conjunto de problemáticas que enfrentamos en materia medioambiental: cambio climático, pérdida de la biodiversidad, desertización de los suelos, agotamiento y contaminación de los acuíferos; desecación de cuerpos superficiales de agua, entre otros no menos relevantes.
Eulalia Torres, vive en la comunidad indígena de Choacahui, es una de los 500 habitantes de esta comunidad que sufren los estragos de la escasez del agua.
Cada día que pasa el panorama por la sequía se torna cada vez más preocupante, los canales que abastecen a las plantas potabilizadoras lucen secos, calles polvorientas y árboles que mueren, estos son los reflejos del impacto de un fenómeno natural que avanza sin detenerse.
"Más antes sí teníamos agua, y ahora no tenemos, no se acababa el agua y ahora sí".
Así como doña Eulalia Torres, pobladores indígenas se dicen sorprendidos pues refieren que nunca imaginaron llegar a carecer del vital liquido que era abundante en ríos, canales, pozos y demás cuerpos de agua.
En este escenario, cientos de familia no solo se preocupan por comprar la canasta básica y la tortilla, ahora se suma otro gasto más, la compra de garrafones de agua para consumo humano, lo que viene a complicar aún más la economía de quienes menos tienen.