Después de que la Comisión Federal de Electricidad diera fin a la tarifa de verano para algunos sectores de la ciudad, el sector restaurantero ya empieza a sentir los efectos del término del subsidio eléctrico.
Cesar Murillo manifestó que los altos costos en la tarifa han incrementado hasta un 9% en relación al año pasado, lo que impacta en los gastos de operación de los comerciantes, sin embargo el golpe más fuerte se dará en el recibo del mes que entra ya que en esta temporada aún es indispensable el aire acondicionado para brindar un ambiente cómodo al cliente.
Añadió que hace falta que el Gobierno Federal apoye más al comercio para no detener la generación de empleos.
''Tenemos que seguir usando aire acondicionado en esta temporada también excepto diciembre por ahí es en donde bajamos un poquito, pero la alta tarifa la siento yo en lo personal un poco más alta que otros años''