Montado en varas fuertes de mezquite, una plancha grande con alimentos y perfumado con el olor de coloridos arreglos florales, los tapancos es una tradición indigena con más de 600 años de antigüedad que acostumbran familias de la etnia Mayo -Yoreme y son colocados en el exterior de los hogares.
Quelites, wuacabaqui, pan y café son algunos de los alimentos que preparan las mujeres indígenas para rendir culto a los fieles difuntos.
La guía de las almas hacia el tapanco es el aroma de las flores por lo que este elemento debe ser fresco e impregnar el altar, el cual debe colocarse dando la espalda a la puesta de sol y en su cabecera una cruz.
"Ellos como son espíritus,comen y duermen en el vapor del producto que ponen, como tamales ,coricos, atole , según eso es lo que comen los espíritus"
Es el 2 de noviembre cuando esta tradición une a las familias, en la preparación de los alimentos y la velación durante la noche.
Aunque este ritual se sigue practicando , indígenas afirman que se ha ido quedando con el paso de los años y las nuevas generaciones.
"Todos creemos en eso ,seguimos creyendo para que no se vaya a perder esa tradición, es lo que no queremos"