Los corrales o chiqueros en áreas de asentamiento humano son un problema acentuado principalmente en zonas rurales de los municipios en Sinaloa.
Guasave, Sinaloa.- Los corrales, chiqueros o granjas colindantes a los asentamientos humanos, es una problemática social que con regularidad se presentan en las zonas rurales de municipios del estado de Sinaloa, y que son atendidas mediante queja o denuncia ciudadana por la dirección de Salud Municipal y COEPRISS, así como Ecología y Sustentabilidad Ambiental.
Sin embargo entre los riesgos sanitarios que implica tener un corral a unos cuantos metros de un asentamiento humano se encuentran problemas respiratorios, gastrointestinales y enfermedades por vectores, ya que la cría de animales genera ratas, cucarachas, moscos y moscas que transmiten enfermedades.
Cabe señalar que según la guía para el establecimiento operación de corrales de descanso para bovinos del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria, especifica que las instalaciones deben estar alejadas de asentamientos humanos u otros corrales, así como zonas expuestas a contaminación física, química o microbilógica.
A decir de Adolfo Cervantes Acosta, jefe de normatividad de la dirección de Ecología y Sustentabilidad Ambiental en Guasave, actualmente la dependencia se encuentra trabajando en la revisión de áreas en zonas rurales junta a dependencias como salud municipal, COEPRISS y la unidad Ecológica.
Mencionó que en los lugares que llevan a cabo denuncias, primeramente se levanta un acta de inspección y dependiendo la cantidad de animales con los que cuente el corral, se otorga un plazo de aproximadamente 30 días para llevar a cabo la reubicación.
"Hemos estado trabajando muy fuerte en la cuestión de los corrales aquí en el municipio, más en las comunidades y la dirección de Ecología está facultada para infracciones a todo aquel que no esté bien ubicado y que esté ocasionando daños a la ciudadania".
Cervantes Acosta informó que una multa por incumplimiento de reubicación de un corral puede llegar hasta los 20 o 25 mil pesos, mencionó que el mismo crecimiento de la zona urbana ha obligado a los propietarios a reubicar sus corrales y el trato de sus animales.
"Ahora con las lluvias se generan más los olores, y se está haciendo una revisión, trabajando coordinados con salud municipal y COEPRISS".
"Hemos ido a muchas comunidades, primeramente se les hace el llamado, se les levanta un acta de inspección y se les da una cierta cantidad de días hábiles para que se reubiquen y que encuentre el lugar apropiado".
"Tenemos un caso muy pronunciado ahí en San Rafael, pero se está trabajando en él".
Recientemente derivado de las denuncias contra un rancho ganadero en la sindicatura de San Rafael, autoridades municipales y de COEPRIS Guasave supervisaron el lugar, donde constataron malos olores y contaminación, por lo que se levantó un acta informativa que fue turnada a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y a la COEPRIS estatal, para que intervengan y se tomen acciones legales.
Cabe señalar que el lugar contaba con múltiples denuncias, la primera el 21 de junio ante la Dirección General de Ecología a través de la Unidad Ambiental, una vez más el 26 de junio por parte el síndico de San Rafael, quien presentó una denuncia con la firma de algunos habitantes y sin firma de autoridades, por lo que se hizo una segunda visita el 12 de julio, sin embargo las instalaciones se encontraron cerradas.
Posteriormente en una tercera visita el 24 de julio, personal de Ecología pudo hacer contacto con personal del rancho y se le entregó una notificación con el fin de que mostrara los permisos y permitiera la revisión de las instalaciones, no obstante el caso aún sigue en proceso.