La situación de violencia, desempleo y pobreza extrema, son tan sólo una de las razones que obligan a millones de hondureños a abandonar su país.
Conscientes de los riesgos y de la alta probabilidad que existe de no llegar con vida a su destino, Estados Unidos... indocumentados se enfrentan a un duro peregrinar que no los detiene y que no se compara con las injusticias que viven todos los días en su país.
El caso de Mario, es tan sólo una de las historias de migrantes hondureños que se tejen todos los días en esa lucha por huir de la violencia y la pobreza que azota en su país, esta es la segunda ocasión en la que el joven migrante intenta llegar llegar a los Estados Unidos, segundo intento que casi le cuesta la vida.
Autoridades del Hospital General de Los Mochis, revelan que en los últimos años registran un incremento considerable en la atención a migrantes centroamericanos.
Mario Enrique, abandonará su lucha y en cuanto pueda se regresará a su país en busca de su familia, se dice agradecido con México y en especial con Los Mochis, ciudad que nunca olvidará por su gente solidaria.