Vendedores ambulantes trabajan bajo el sol y expuestos al coronavirus

Durante la canícula, la ciudad de Los Mochis alcanza temperaturas hasta de 40° c, sin embargo, gran parte de la población no tiene ninguna alternativa y tiene que salir a trabajar bajo los rayos del sol, expuestos a los golpes de calor.

Tal es el caso de Don Jesús, que toda su vida a trabajado en el campo, y a falta de cosecha, se coloca en los cruceros de la ciudad de Los Mochis para vender todo tipo de frutas y verduras de temporada para llevar el pan a su hogar.

"Tenemos que comer madre, dijera yo, si me esta cayendo todo ahí en la casa, con aire y todo, pues estuviera allá acostado, pero tiene que buscarle uno, ¿verdad?" -Jesús, vendedor ambulante.

Sin embargo, en la nueva normalidad, las altas temperaturas no son el único reto que vendedores ambulantes enfrentan, sino que la pandemia esta a la orden del día, y a pesar de haber recibido su vacuna, don Jesús confiesa que tiene miedo de enfermar, ya que él es único sustento de su esposa y nietos.

A pesar de resguardarse de las altas temperaturas bajo los arboles de los camellones, asegura que la sed es severa, y se dice agradecido con aquellos conductores que de buena fe le regalan botellas de agua para lograr zacearla.

"Agua aquí compramos, ahí nos regalan a veces una que otra persona que se apiada de nosotros, nos regalan agua fresca, nos regalan así jugos" -Jesús, vendedor ambulante.