El cierre del tramo carretero Mazatlán-Durango, a causa de la persistente violencia en el estado, ha agudizado la percepción de inseguridad entre los ciudadanos y generado un creciente temor entre los operadores de transporte al transitar por Sinaloa. Esta situación ha resultado en un notable descenso en la demanda de servicios de transporte en la zona norte del estado.
Armando Pineda, líder de una reconocida agencia de transporte, explicó que el miedo a la inseguridad en el centro y sur del estado, ha provocado una reducción de hasta el 60% en la demanda de pasajes en Los Mochis, dado que, ciudadanos temen movilizarse hacia el centro y sur del estado.
Señaló que, muchos autobuses circulan vacíos desde el norte hacia el centro de Sinaloa, y la frecuencia de las corridas ha disminuido, pasando de cada 20 minutos a cada 30 minutos.
Pineda hizo un llamado al Gobierno Estatal y Federal para que restablezcan el orden en la región, enfatizando que sin un entorno de paz y tranquilidad, la actividad económica en Sinaloa no podrá regresar a la normalidad.