El pasado miércoles, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados emitió un comunicado en el que alerta sobre la compleja situación de violencia que se registra en el municipio de Apatzingán en Michoacán, detallando que aproximadamente 500 personas fueron desplazadas de manera forzada y hay comunidades que se encuentran atrapadas en los lugares por no poder migrar a la cabecera del municipio u otros territorios michoacanos. Al menos mil personas más estarían buscando salir de los espacios de violencia que están en foco rojo por la inmersión del crimen organizado.
ACNUR señaló que el pasado 16 de marzo un observatorio de derechos humanos de Apatzingán notificó a las autoridades de que al menos 150 personas sí lograron escapar de sus comunidades para desplazarse a la cabecera y otras comunidades de los alrededores, donde algunos, sobre todo jornaleros agrícolas provenientes de otros estados que no cuentan con redes de apoyo en la zona, fueron resguardados en albergues del DIF. El 15 de marzo, aproximadamente 500 personas fueron desplazadas debido a enfrentamientos armados entre grupos del crimen organizado en las comunidades de El Alcalde y El Guayabo.
Las personas atrapadas están en las comunidades de El Mezquital, Guanajuatillo, Holanda y Los Laureles, ubicadas en el centro-oeste de Michoacán. Los grupos criminales están bloqueando la ayuda humanitaria y restringiendo el acceso. Desde finales del año pasado se viene presentando este fenómeno por los actos violentos, por su parte el secretario de gobierno, Carlos Torres Piña, en semanas pasadas declaró que sí había migración pero que las personas ya estaban regresando poco a poco a los hogares de las comunidades. También se firmó un convenio en días recientes con el secretario de migrantes del Estado y ACNUR para preparar y aplicar estrategias para disminuir este fenómeno y ofrecer seguridad, así como tranquilidad a los habitantes.