Atzimba, la princesa Purépecha que se enamoró de un conquistador

Tal y como pasa en los cuentos, la leyenda narra que en los tiempos de la conquista, al arribo de los españoles en lo que hoy conocemos como Zinapécuaro, ocurrió una historia de amor que fue sentenciado tanto por su tribu como por los españoles.

Atzimba era una princesa purépecha de gran belleza quién se enamoró de un capitán de apellido Villadiego. Su amor era correspondido, pero mal visto al considerarse rivales.

Mantenían el romance en secreto, pero pronto fue descubierto. Hay dos versiones, algunos cuentan que Atzimba contrajo una extraña enfermedad que fue curada con un beso de Villadiego, buscando casarse inmediatamente después de ello, y otros aseguran que la causa fue el rechazo a Huépac, el gran sacerdote que estaba enamorado de Atzimba y al no ser correspondido, reveló la verdad, sin embargo Atzimba y Villadiego no desistirían en contrar matrimonio.

Aguanga, el Cazonci y padre de Atzimba se negaba y aunque finalmente aceptó, ambos fueron condenados.

Los purépechas llevaron a la pareja a una cueva y cubrieron la entrada con rocas grandes. El rey Aguanga estaba muy triste, pero debía respetar las costumbres y el acto les mereció el destierro.

La cueva fue descubierta hasta muchos años después encontrando los esqueletos abrazos.