Al filo del medio día, un grupo del Consejo Supremo Indígena de Michoacán, derribaron y decapitaron las esculturas de Fray Antonio de San Miguel y el Alarife, ubicado en la Avenida Acueducto en Morelia.
Los comuneros tomaron dicha decisión señalando que las autoridades municipales, han si omisas a las peticiones de los pueblos originarios, quienes desde 2020 buscaban que fuera removida, asegurando que la escultura era un "homenaje" a esclavitud y explotación de los pueblos originarios durante el periodo de la colonia española.
El monumento fue colocado 1995, representando la fundación de Valladolid, donde fueron incluidos Fray Antonio de San Miguel como obispo representante del gobierno eclesiástico, civil y de todos aquellos habitantes que representaban la metrópoli; el alarife, un maestro cantero labrando sobre sobre la piedra y al peón.