Sabemos que cuando las calles comienzan a llenarse colores rojos , la navidad se acerca.
La característica flor de la temporada, la nochebuena llena los hogares y calles de la ciudad.
Es un flor que necesita de varios cuidados y que sólo florece en temporada en noviembre y diciembre.
Pero más allá de tener un fin decorativo, también tiene su historia.
La flor de Nochebuena es una especie originaria de México y Centroamérica.
Los mexicas utilizaban esta planta en celebraciones rituales como símbolo de la pureza y la vida nueva de los guerreros muertos, lo cual asociaban al color rojo de la sangre. Sus hojas también eran utilizadas como tinte natural.
La palabra original que se utilizaba para referirse a esta planta en lengua náhuatl era cuetlaxóchitl, que se puede traducir como 'flor que se marchita'.
A partir de la colonización de América, se empezó a utilizar esta planta como elemento de decoración cristiana durante el periodo navideño debido al color carmesí de sus hojas.
Durante el siglo XIX, empezó a extenderse a otros lugares gracias a Joel Robert Poinsett, primer embajador estadounidense en México.
En la actualidad, su uso decorativo está muy extendido y se asocia a la época navideña debido a su color y su periodo de floración en el hemisferio norte, que coincide con la Navidad.