Desde el año 2020, Michoacán ha enfrentado una crisis persistente en el suministro de medicamentos en el sector de la salud mental. La escasez alarmante de medicamentos en los hospitales psiquiátricos del estado ha dejado a numerosos pacientes sin la atención adecuada, exacerbando su sufrimiento y poniendo en peligro su salud.
María, abuela de una paciente psiquiátrica, relata su angustiosa experiencia: "Estuve llevando a mi nieta al psiquiátrico, lo cual no estoy convencida de la atención porque solamente me recetaban y recetaban medicamento el cual nunca lo encontraba yo en farmacia".
Esta situación, atribuida a un deficiente manejo de las políticas públicas en salud, ha generado un impacto devastador en la población, a pesar de las afirmaciones del gobierno federal sobre la calidad del sistema de salud.
Las cifras proporcionadas por el colectivo Cero Desabasto revelan la magnitud del problema. En 2019, a nivel nacional no se surtieron completamente más de 5 millones de recetas. Para el 2020, esta cifra se elevó a 15 millones 857 mil 785, y en 2021 alcanzó la asombrosa cifra de 22 millones 62 mil 617.
En Michoacán, la situación no es menos preocupante, con más de 10 millones de recetas no surtidas en el mismo período.A pesar de los esfuerzos por obtener información oficial sobre la situación del desabasto, las autoridades no han proporcionado datos claros.
La falta de transparencia agrava la incertidumbre y la angustia de las familias de los pacientes afectados.María, quien ha tenido que costear el medicamento de su nieta, explica: "A la fecha pues yo estoy comprando el medicamento. Gasto al rededor de 400 pesos mensuales solamente es un medicamento de tres que me recetaron".
Este desabasto ha impactado especialmente en tratamientos para trastornos mentales como la esquizofrenia, el TDAH y la bipolaridad. Las personas afectadas, en su búsqueda desesperada por medicamentos, se ven obligadas a enfrentarse a dificultades y carencias que ponen en peligro su bienestar y su calidad de vida.
La situación actual demanda una acción inmediata y eficaz por parte de las autoridades competentes para garantizar el acceso oportuno y adecuado a los medicamentos psiquiátricos necesarios. La salud mental de la población no puede seguir siendo sacrificada por la negligencia y la falta de atención a este grave problema.