Artesanos del municipio de Tlalpujahua que realizan esferas de vidrio soplado denuncian la disminución de exportación a Estados Unidos, donde se encontraba su mayor mercado de adquisición, esto tras la llegada de las esferas chinas o de plástico.
De acuerdo a Juvenal Martínez, artesano desde hace más de 25 años, anteriormente se exportaban hasta 20 camiones a el país vecino, actualmente si bien les va, se exportan solamente 5, destacando también que la pandemia influyó en esta baja y al momento no han podido recuperar a sus clientes. En Tlalpujahua desde hace 60 años se produce la esfera, pero el desinterés de la juventud por la fabricación y la invasión del mercado actualmente están afectando a los artesanos.
Para los productores de la esfera, es más complejo ahora pedir un préstamo para invertir, ya que durante el primer semestre del año no hay ventas, todas las ganancias llegan a final de año, pero al ser un destino incierto de esta producción, el riesgo es grande.
Juvenal Martínez, artesano: "No nos podemos quejar, no podemos presumir de vender grandes cantidades, no es cierto, estamos tratando de sobrevivir porque es un giro donde es industria de la transformación como decíamos, es muy caro el vidrio, la plata, todo, toda la elaboración, es muy costoso y hay que invertirle".
Una de las fábricas más grandes de esferas es La Casa de Santa Claus, donde los niños pueden visitar a Papá Noél y observar el trabajo de más de 500 artesanos que laboran aquí.
Para elaborar una esfera lo primero que hay que hacer es prender el soplete, regular el gas y prender el motor. Después se toman los tubos de vidrio transparente, estos se calientan con el soplete y se cortan en tramos, los cuales hay que soplar por un extremo para formar el bulbo. De ahí, se metaliza con colores, se decora con motivos, se pinta con anilina o laca y finalmente se les añade diamantina multicolor. Después de secar, se colocan los casquillos y se empacan.