Con el aumento de casos de Dengue en Michoacán por la llegada de las lluvias y acumulación de agua en recipientes, la Secretaría de Salud del Estado implementó campañas para mantener informada a la población de cómo prevenir contagios, así como el despliegue de actividades de fumigación.
De acuerdo a la información emitida por la dependencia, para prevenir el dengue en casa, es esencial lavar objetos que se encuentren expuestos a la acumulación de agua; tapar, voltear y tirar objetos como cubetas, llantas y tinas; usar repelente; limpiar patios y jardines y colocar mosquiteros en las puertas y ventanas. Además, durante la noche, se pueden utilizar pabellones en las camas para prevenir picaduras del insecto transmisor.
También se recomienda cambiar cada tres días el líquido de bebederos de animales, floreros y limpiarlos cuidadosamente frotando las paredes con una esponja a fin de desprender los huevos de mosquito que puedan estar adheridos.
En conjunto con los Ayuntamientos, la Secretaría de Salud lleva a cabo labores para la eliminación de cacharros en parques, sitios públicos, terrenos baldíos y escuelas; la fumigación de hogares y la colocación de trampas para evitar la reproducción del mosco transmisor.
La SSM no ha bajado la guardia con acciones de prevención epidemiológica, sanitarias y vectoriales, estableciendo cercos en zonas de los jornaleros agrícolas, a través de la fumigación, debido a que vienen de diferentes partes del país.
Este vector pone sus huevos en superficies que retienen agua y pueden sobrevivir en ellas hasta un año. Por ello, es crucial fregar las superficies de estos contenedores y asegurarse de que no contengan huevos del mosquito, los cuales son pequeños, de color oscuro y parecidos a un grano de arena.
El dengue es una enfermedad viral febril que se transmite por la picadura de un mosquito hembra del género aedes aegypti que esté infectado con alguno de los 4 serotipos del virus del dengue y, aunque la población de todas las edades está en riesgo de contraerlo, las personas de más de 60 años, menores de 5 años y embarazadas tienen mayor riesgo de complicarse.