Un total de 698 mil 396 casos de enfermedades respiratorias agudas se registraron en la entidad durante 2018, 12.77 por ciento menos que el 2017 (800 mil 701), informó la titular de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), Diana Carpio Ríos.
Indicó que los municipios más afectados durante el periodo invernal 2017-2018, fueron Morelia con 197 mil 876 casos; Zitácuaro presentó 110 mil 533 y Uruapan con 101 mil 63 casos. Por ello, durante este periodo invernal 2018-2019, la SSM no bajará la guardia en la implementación de acciones preventivas, que coadyuven al cuidado y disminución del número de casos de infecciones respiratorias agudas, neumonías, tuberculosis e influenza.
Para ello, se recomienda evitar cambios bruscos de temperatura, abrigarse al salir a la intemperie, especialmente durante las primeras y las últimas horas del día; evitar que los niños caminen descalzos, y cuidar que los adultos mayores sigan estos consejos, además de incrementar el consumo de alimentos ricos en vitamina C, como las naranjas, toronjas, mandarinas y guayabas, así como beber abundantes líquidos tibios, como infusiones o caldos. Carpio Ríos, destacó que los grupos más afectados son los menores de 5 años y los adultos mayores; por ello, es importante mantenerse al pendiente de ellos y acudir lo más pronto posible a la unidad de salud más cercana, permaneciendo atento ante los signos de alarma que puedan indicar una complicación.
Si se presenta respiración agitada o dificultad para respirar, hundimiento y ruidos en el pecho, decaimiento general, pérdida de apetito o fiebre durante más de tres días, evite auto medicarse y acuda de inmediato al médico para que se le atienda de manera oportuna y no poner en riesgo su vida.
Es importante que, ante la presencia de la enfermedad, permanecer en completo reposo, no suspender la alimentación, evitar lugares de concentración poblacional, cubrir nariz y boca al toser o estornudar con el ángulo del codo o con un pañuelo desechable, nunca con las manos; no saludar de forma directa (de beso o mano), evitar el contacto de niños enfermos con ancianos o personas con enfermedades crónicas y lavar los utensilios usados por las personas enfermas.