Este martes 28 de diciembre, celebramos el día de los Santos inocentes, fecha peculiar por las tradicionales bromas que realizamos a nuestros amigos y familiares. Es común que este día, alguien te pida dinero prestado o te diga una mentira con el fin de divertirse un poco engañando a los crédulos. Pero esta celebración viene desde muchos siglos atrás.
Data de los primeros años de la era cristiana, cuando el Rey Herodes el Grande ordenó a sus soldados asesinar a todos los niños menores de 2 años al ver amenazado su reinado, luego de que Los Reyes Magos, preguntaran por el Rey de los Judios, en su paso por Belén. De ahí, el nombre de "Santos inocentes", haciendo referencia a los pequeños que murieron.
Más adelante en la historia se dice que en Europa de la Edad Media, durante los días 26 al 31 de diciembre, la población se tomaba un descanso de sus actividades, previo al cierre de año. El aburrimiento por la inactividad los llevó a crear la "Fiesta de los locos". Los celebrantes se disfrazaban de bufones y portaban máscaras, al tiempo que realizaban travesuras.
Esta fiesta se descontroló llegando a los excesos, cometiendo gran cantidad de sacrilegios y delitos tales como el homicidio, mismos que quedaban impunes, ya que los responsables estaban bajo una máscara. Por ello, el Rey Felipe II decidió prohibir esta fiesta.
A lo largo de los años y con sus diferentes variaciones, esta tradición cristiana, continúa siendo conmemorada por chicos y grandes que realizan bromas con el mismo humor que lo haría un niño. Revelando su broma con un "Inocente palomita que te dejaste engañar".