En la Cuenca de Zacapu, está asentado "Malpaís Prieto" mejor conocido como "La Ciudad Perdida", se trata de vestigios prehispánicos que fueron cubiertos por la naturaleza, y a los que hoy es difícil acceder.
Antropólogos estiman que fue habitado en el año 1250 D.C.
Años más tarde, los descendientes de uno de estos grupos, llamados Uacusechas, extenderían su territorio hasta Tzintzuntzan, convirtiéndose en la capital de su imperio.
Debido a que la zona geográfica está rodeada de piedra volcánica, testigo de que ahí hubo un volcán que tuvo actividad por última vez en el año 900, fue necesario modificar completamente el relieve natural.
Fue habitada por casi 200 años y abandonada en el siglo 15, migrando a Pátzcuaro, para unir fuerzas con poblaciones de las riberas del lago, instaurando la dinastía del imperio tarasco incluso sobre los límites de Michoacán.
El paso de los años fue devorando y recubriendo, la hoy, ciudad perdida.