Las amenazas y agresiones al gremio limonero son una constante, pese a las promesas de los gobiernos y el despliegue de fuerzas militares en el Valle de Apatzingán y sus alrededores.
"Quedan regiones donde no se puede producir. La región sur de Apatzingán está con graves problemas por temas de movilización. Están expuestos a cualquier hora del día, es un riesgo, un riesgo muy alto". Bernardo Bravo, presidente del Consejo regulador de limón.
Actualmente no pueden producir en cerca de 2 mil hectáreas, el equivalente al 5% del Valle de Apatzingán debido a la inseguridad obligándolos a desplazarse.
"Este es un tema que tiene más de 30 años, una situación que se ha vuelto en parte el trabajo cotidiano". Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán.
Debido a la falta de resultados, los afectados no denuncian, consideran que no es de utilidad.
"Eso ha obligado a que la gente se mueva de manera voluntaria o involuntaria". Marco Antonio Tinoco Álvarez, presidente de la Comisión estatal de derechos humanos.
La siembra de minas en caminos de tierra caliente ya han cobrado la vida de jornaleros, tal es el caso de Pablito de solo 14 años.
"Cuando me entregaron el cuerpo de mi niño, quiero que sepan ustedes que a mi niño no me lo entregaron completamente, sí la mina explotó, me lo entregaron en pedacitos. Y el gobierno sabe, claramente ellos me dijeron que ahí hay más minas". Mayra Alejandra Buenrostro, madre de niños jornalero.
Pese al miedo, las familias continúan trabajando el limón.
"Digamos no nos quedamos quietos, nosotros trabajamos y si en una parte no podemos trabajar, nos vamos a otra". Bernardo Bravo, presidente del Consejo regulador de limón.
El Consejo regulador de limón informó que las oficinas administrativas del tianguis limonero permanecen cerradas debido a amenazas, exigiendo a las autoridades avances en la estrategia de seguridad.