Los manantiales de la Isla del Urandén revivieron el caudal de la Isla y dieron un respiro al Lago de Pátzcuaro cuyos niveles disminuyeron drásticamente luego de la sequía y los saqueos.
"Realmente todo esto estaba seco, le pudiera decir que el nivel que tenía era de unos 60 centímetros de puro lodo. Ya todo esto estaba seco". José Luis Camilo, poblador de Urandén.
Los pobladores que mayormente se dedican a la pesca, se vieron fuertemente afectados por la sequía, además de quedar incomunicados al no poder navegar por la Isla, caminando cerca de un kilómetro para poder pescar.
"No hay personas que tengan una carrera, entonces hablar de maestros o ingenieros o licenciados, no hay, por eso la mayoría se mantiene porque son pescadores". Francisco Jacinto Castillo, Presidente de la Cooperativa de Transportes Urandén.
Son once los manantiales que fueron descubiertos por los comuneros, ellos señalan que hay muchos más alrededor de la riviera del Lago de Pátzcuaro que pudieran ayudar a la recuperación del Lago.
"Toda esa parte desde el muelle principal de Pátzcuaro hasta Erongarícuaro, tenemos alrededor fácil unos 250 manantiales". Arturo Chacón Torres, Investigador INIRENA, UMSNH.
Los pobladores ven positivo que los manantiales sean un nuevos atractivo turístico.
"Para los que vivimos en la Isla de Urandén es una fuente de empleo, si se va ampliando más, a lo mejor va a haber más empleo". Francisco Jacinto Castillo, Presidente de la Cooperativa de Transportes Turísticos Urandén.
Ya es posible observar mojarra, carpa, pescado blanco e incluso cúmara que es muy escasa.
"Más que nada ver que el agua cristalina que sale de los manantiales, a veces parece increíble para el Lago de Pátzcuaro, como estaba a como está ahorita". Everardo Guadalupe, visitante.
Especialistas y los propios pobladores resaltan la importancia de mantener limpios los manantiales para que no se tapen y la calidad del agua cristalina se mantenga.