La entronización de la figura materna sacrificada y abnegada es lo que se ha difundido durante años en el Día de la Madre en México y tienen sus orígenes en el inicio de la celebración de este día.
El 10 de mayo está vinculado a los intentos conservadores de reprimir las demandas de los derechos sexuales y reproductivos que promovía el movimiento feminista liderado por Esperanza Velázquez y que fueron presentados en Yucatán, en febrero de 1922.
En respuesta, el 13 de abril de ese año, el periódico Excélsior lanzó una convocatoria pública para instituir un día que celebrara a las madres mexicanas. La Iglesia se opuso vehementemente a la postura feminista, enfatizando el papel de la mujer como madre y cuidadora del hogar y apoyó la celebración del Día de las Madres como un reconocimiento a este rol.
"Esta idea de que la mujer debe sacrificarlo todo ser abnegada ser sumisa, pues nos ha costado, por ejemplo, la salud mental genera estrés, 4 de cada 10 madres, sufren depresión y ansiedad por esta carga de trabajo por este estrés", dijo Tania Díaz, socióloga e integrante de la Red de Mujeres de la Laguna.
Para resignificar este día, es importante reflexionar acerca de las condiciones en las que se ejerce la maternidad en nuestro país.
Según estadísticas siete de cada 10 mujeres que participan en el mercado laboral son madres de las cuales el 58% trabaja en la informalidad. Esto implica que tienen un acceso limitado a seguridad social, enfrentan incertidumbre jurídica y perciben menores ingresos. Además, tener más hijos puede traducirse en una menor participación económica.
Una mujer en promedio dedica 40 horas a la semana a tareas del hogar y de cuidados, mientras que un hombre dedica 15.9 horas semanales.
Además, el 51% de las madres han pausado su carrera profesional en comparación con 25% de las mujeres sin hijos. Con respecto a los hombres, esta proporción disminuye a 20% y 21%, respectivamente.
"Como sociedad todas y todos debemos hacer un llamado a esta reflexión revisar todas estas estadísticas (...) y recordar siempre, que la maternidad debe ser deseada y pues maternar desde la ternura, pero también desde la justicia", finalizó.