Tras la reciente llegada del comandante, Juan Bravo Velazquez, a la 21 Zona Militar en Morelia, detalló que reconoce como principal objetivo a abatir, los explosivos implantados por la delincuencia organizada en la Tierra Caliente, siendo este uno de los grandes retos pues aunque se tiene personal capacitado, estos artefactos ya arrebataron la vida de varios elementos de las fuerzas estatales y federales, sin dejar de lado a los ciudadanos.
Bravo Velazquez, quien viene de un mando en Colima, señaló que estuvo en Apatzingán laborando durante la instalación de la 43 Zona Militar, hace ya varios años y a su regreso a Michoacán encontró el avance en métodos de ataque de los criminales, pues antes el pesar de las fuerzas de seguridad era la siembra y cultivo de drogas, ahora las sustancias ilícitas se transformaron en metanfetamina y la siembra es de explosivos en las tierras caletanas. Expresó que, en coordinación con la Defensa Nacional se está capacitando a nuevo personal para atender la crisis que se vive en el Estado por los aparatos debajo de la tierra.
Fue a penas el pasado viernes cuando se hizo la última ubicación de minas explosivas, los artefactos fueron encontrados a la altura de la localidad El Potrero, abandonados en zona de terracería. Al realizar una inspección segura, el personal de la Marina y de la Guardia Civil detectaron que fueron fabricados de manera artesanal.
Este hallazgo se logró gracias a una denuncia a las líneas de atención de emergencias, así como a la presencia permanente de las fuerzas de seguridad en la región. En el sitio se acordonó el área de riesgo donde se encontraban los dispositivos para el arribo del Agrupamiento Especializado en Artefactos Explosivos y Materiales Peligrosos a fin de que realice su desactivación. Los militares también tienen que entrar en estas tareas y acoplarse a las nuevas adversidades.