La fundación Dona Arte, impulsa la realización de un evento de charrería para recaudar fondos y construir en Michoacán un centro especializado para atención de los niños con cáncer en el Estado. Esta se llevará a cabo el día 30 de septiembre a las 3 de la tarde.
Participarán charros de Morelia la voz; charros de Morelia Verde; charros de Morelia Juan Colorado; charros del Espiral; y charros de Tarímbaro. El objetivo principal es apoyar a los pequeños, pero también distribuir el deporte.
El acceso al evento tendrá un costo de 30 pesos por persona y se espera la asistencia de alrededor de 3 mil personas para que todo lo recaudado pueda destinarse a la causa y salvar la vida de los pequeños que están luchando contra la enfermedad.
Los boletos ya están a la venta en el Lienzo Charro de Morelia y con las asociaciones que se sumaron, durante el día del evento se estarán vendiendo también las entradas en taquillas. El estimado de recolección es de más de 100 mil pesos.
La charrería, también conocido históricamente como jaripeo? es el conjunto de destrezas, habilidades ecuestres y vaqueras propias del charro mexicano. Todo ello conforma un deporte espectáculo de gran popularidad y raigambre en México. La charrería se desarrolla en ruedos llamados lienzos charros.
Desde el 1 de diciembre de 2016 es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tras ser ingresada en esta lista representativa en la reunión del Comité Intergubernamental de la Unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en Adís Abeba.
Los ganaderos mexicanos de finales del siglo XIX y XX dedicados a la cría y pastoreo de ganado, como parte de su trabajo, estaban desarrollando técnicas lúdicas de manejo de ganado que luego se convertirían en un deporte.
Antes de la Revolución Mexicana, las competencias de trabajo en el rancho eran generalmente entre haciendas, pero luego de la disolución de las haciendas por la Revolución Mexicana, las tradiciones charras se estaban perdiendo lentamente, por lo que los charros de todo el país se organizaron para reunirse en 1921 y formaron la Asociación Nacional de Charros, para mantener viva la tradición charrería.