Los recursos limitados para atender las zonas arqueológicas de todo el país, provocan que el deterioro avance rápidamente y cause daños en los monumentos.
"Hace como cuatro años también se derrumbó creo más. No recuerdo en qué año fue que se derrumbó esa parte, pero no era tanto, era una pequeña parte. Y apenas hace como un año y medio que se restauró. Y ya ahorita se volvió a caer". Fernando Reyes Trinidad, Custodio Zona Arqueológica Ihuatzio del Instituto Nacional de antropología e Historia
Las fuertes lluvias colapsaron una de las pirámides de Ihuatzio, perteneciente a una de las seis zonas arqueológicas abiertas al público en Michoacán.
De acuerdo con los especialistas las restauraciones de años atrás donde se utilizaba cemento y yeso, dañaron la capacidad de filtración de los monumentos, propiciando las afectaciones.
"El problema es cuando si hay un derrumbe mayor ya nada más se vuelve a colocar la piedra y nos ve de origen el problema que está generando que esa piedra se haya caído, puede colapsar nuevamente". Eugenia Fernández, Arqueóloga del Instituto Nacional de antropología e Historia.
Los custodios se encargan de darle mantenimiento superficial retirando maleza y acomodando piedras flojas. Las atenciones integrales están en manos de los arqueólogos que no se dan abasto, solo hay 4 para atender las 6 zonas públicas y más de 2 mil distribuidas en todo el estado que continúan en investigaciones.
"Lo recursos se han recortado con el gobierno federal actual, han recortado los presupuestos, ya no es igual, pero de todos modos se da algo para mantenimiento". Fernando Reyes Trinidad, Custodio Zona Arqueológica Ihuatzio del Instituto Nacional de antropología e Historia
INAH calcula que serán necesarios más de 3 millones de pesos para restaurar la pirámide de Ihuatzio, cantidad que deberán negociar con el seguro, además de presentar un proyecto que deberá pasar por procesos burocráticos, por lo que la restauración podría tardar más de un año.