Esther Chávez, de 66 años, es una doctora jubilada, en agosto del año pasado, el covid le arrebató a su esposo, quien también era médico.
Este día, acudió al centro de vacunación ubicado en el deportivo venustiano, para recibir la segunda dosis de la vacuna anti-covid, lo que para ella, el recibir la segunda dosis, es una satisfacción, en medio del dolor y las dificultades, pues así podría seguir cuidando a sus hijos, de quienes se ha distanciado desde hace un año por el virus.
Comenta, que la vacuna, no es motivo para bajar la guardia, sino que al contrario, es momento de reforzar los cuidados.
Así como ella, María Tellez de 64 años, acudió a aplicarse la segunda dosis, en compañía de su esposo y su madre, momento de gran satisfacción para su familia, ya que la pandemia, la ha dejado sin empleo, y ahora con ello, podrá por lo menos sentirse más protegida.
Platica que, viven de lo que gana su esposo como comerciante ambulante, pero su situación también ha sido complicada, pues el trabajo es muy poco.
Comenta, que a pesar de haber recibido la vacuna, aún no podrá regresar a trabajar pues el padecimiento de su madre se agravó, pero la vacuna le da seguridad para seguir cuidando de ella.