Tras el reciente ataque del periodista Mauricio Solís y las manifestaciones por parte de quienes se dedican a la comunicación, el gobierno de Michoacán ya trabaja en los protocolos de seguridad para el gremio, pues en el Estado cada vez son mayores las denuncias públicas que hacen por la censura informativa y amenazas a quienes difunden aconteceres a la ciudadanía. En los últimos 9 años, se asesinaron a 14 periodistas en el Estado.
El secretario de gobierno, Carlos Torres Piña, señaló que ya se tuvo una reunión con miembros de Derechos Humanos del gobierno Federal para atender el tema, en las siguientes semanas se implementarán acciones locales para salvaguardar a los difusores de información y garantizar la libertad de expresión. Señaló que para activistas, defensores de derechos humanos, las regiones de La Costa, Tacámbaro y Villa Madero es donde se tienen mayores incidencias.
Son alrededor de 91 personas, entre periodistas y activistas en todo el Estado que se están considerando en el esquema de protección que se implementará ante la creciente violencia que se genera en contra de ambos grupos.
La muerte de Mauricio Cruz Solís en Michoacán es el primer homicidio de un periodista durante el gobierno de Claudia Sheinbaum quien asumió el poder el pasado 1 de octubre, aunque en los últimos días se habían registrado otros ataques a la prensa.
En el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), quien lanzó una polémica ofensiva militar antidrogas, hubo 58 periodistas asesinados, mientras que en el de Enrique Peña Nieto (2012-2018) sumaron 38, según un recuento de RSF. Las víctimas de estos crímenes tenían en común que trabajaban en zonas asoladas por narcotraficantes, como Michoacán y Sinaloa, y publicaban sus contenidos en pequeños medios o redes sociales, generalmente en precariedad laboral, lo que deja ver que desde hace más de diez años la persecución a los comunicadores del Michoacán persiste con impunidad.