Las pruebas rápidas que se ofertan en el mercado mexicano, inclusive a través de redes sociales, tienen el riesgo de ser de baja calidad en caso de no contar con el aval de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), pues es la autoridad que corrobora la sensibilidad que tienen para detectar anticuerpos en la sangre, por lo que es recomendable utilizar sólo las autorizadas, explica el Infectólogo e integrante de la Universidad de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez.
"Sí es fundamental que todas las personas identifiquen aquellas pruebas que tienen autorización, principalmente por COFEPRIS, esto genera certidumbre en cuanto a la calidad de una prueba, porque de otra manera no podríamos tener certeza de la sensibilidad y la especificidad, que es lo que particularmente se analiza cuando de una prueba estamos hablando", explica el médico.
Detalló que la sensibilidad es el porcentaje que tiene una prueba para detectar anticuerpos, mientras más alto, es que es más confiable; mientras la especificidad se refiere a la capacidad de la prueba para la detección de los anticuerpos específicos que interesan en el caso del COVID-19 y que no den resultados falsos. Por ello, el especialista recomienda corroborar las cifras de una prueba antes de adquirirla.
Otro dato a considerar antes de adquirir una prueba es el tiempo que lleva con síntomas la persona. Durante las primeras tres semanas, prácticamente el único tipo de prueba que es útil es la de laboratorio, conocida como PCR o molecular, que detecta directamente al virus. En cambio, las pruebas rápidas detectan dos tipos de anticuerpos en la sangre, y éstos comienzan a surgir en el cuerpo aproximadamente entre dos y cuatro semanas después de que la persona fue infectada.
De esta forma, si se pretende identificar un caso para cortar una cadena de contagios, la prueba ideal es la PCR que determina si tiene o no el virus el paciente. En cambio, si lo que se busca es saber si un paciente ya infectado tiene inmunidad, la ideal es la prueba rápida o serológica que indicará si ya cuenta con los anticuerpos necesarios para, por ejemplo, reactivar sus labores.
Pero una recomendación fundamental es que el resultado de la prueba sea analizado junto con un médico y sea acompañada de una revisión de los síntomas, pues aunque las pruebas rápidas son muy fáciles de aplicar -similares a las pruebas de embarazo aunque con sangre o suero- los resultados pueden ser confusos o interpretarse erróneamente por alguien sin conocimiento.
"Son muy sencillas de realizar, son dos pasos y tienen mucha practicidad en su realización, pero la confiabilidad también está en saber interpretarlo de acuerdo al tiempo de evolución que tiene la enfermedad, es fundamental que siempre exista disponibilidad de asesoría médica para casos de algún resultado positivo", advierte Héctor Raúl Pérez.
Hasta el momento, la COFEPRIS sólo ha autorizado diez dispositivos para su comercialización y uso en México, por lo que muchos de los ofertados en redes sociales pueden tener un mal desempeño, así que la recomendación es acudir al sector público o adquirir sólo los avalados oficialmente: