Campaña “Sabores de Cuaresma” promueve el consumo de mariscos
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en colaboración con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), ha lanzado la campaña "Sabores de Cuaresma" para promover el consumo de pescados y mariscos durante la temporada de Cuaresma
El titular de Conapesca, Alejandro Flores Nava, destacó la importancia social y económica de la acuacultura y la pesca, ya que contribuyen a la soberanía y seguridad alimentaria, así como a una alimentación saludable para las familias mexicanas. El consumo per cápita de pescado en México es de aproximadamente 13 kilos al año 2024, aunque se recomienda un consumo de 16.5 kilos para adultos y un consumo regular en las infancias debido a su valor nutricional.
La campaña promueve el consumo de pescados y mariscos no solo durante la Cuaresma, sino a lo largo del año, destacando su alto valor nutritivo. Se recomienda consumir 400 gramos por semana para mantener una dieta equilibrada. La cuaresma es un evento importante para la economía de los sectores acuícola y pesquero, que emplean directamente a 300 mil personas y generan casi un millón de empleos indirectos.
Verónica Lango Reynoso, directora de Organización y Fomento de Conapesca, destacó que especies como la tilapia, trucha y jurel son económicas, con precios desde 30 pesos por kilo, y son ricas en ácido fólico, fósforo, calcio y omega-3, lo que las hace buenas para niños y adulto
Según investigaciones geográficas de la UNAM, México ocupa un lugar entre los 15 países con mayor captura de pescados y mariscos, pero su consumo per cápita es bajo. En 2020, el consumo promedio fue de 12 kg por persona, mientras que el promedio mundial fue de 20.2 kg. Países como Portugal tuvieron un consumo significativamente mayor, alcanzando los 56.8 kg per cápita.
Diversos factores explican esta baja ingesta. Entre ellos, destaca el debilitamiento en el autoabasto alimentario de las comunidades pesqueras, los bajos salarios de la población que destinan solo el 8% de sus ingresos a productos pesqueros, y la limitada cultura de consumo de estos alimentos, especialmente en el interior del país. Además, la distribución de pescados y mariscos está concentrada en grandes cadenas comerciales, lo que dificulta el acceso en otras regiones.
Una gran parte de las capturas se destina a la producción de alimentos para animales, y existe desconfianza en la calidad de estos productos por parte del consumidor mexicano