En la tradicional ramada, entre oraciones, violinistas, arperos, "tamboleros" y danzantes de pascola y venado, los yoremes mayos, pidieron al santo San Isidro Labrador por la salud y el agua para los nogalenses.
el Lugar fue la explanada de la entrada a la colonia San Miguel se recibieron a niños, jóvenes y adultos indígenas de la cultura yoreme mayo, muchos de ellos luciendo típicos atuendos muy propios a sus costumbres ancestrales, que, consideran, son las raíces que nunca deben morir.
Los nogalenses comenzaron a disfrutar del Wakabaki, popular comida indígena a base de carne de res, hueso, y verduras en caldo, también produjeron menudo, pozole y atole. Algunas mujeres también distribuyeron pan de vieja y empanadas.
la alimentación para más de 2000 personas se realizó de manera gratuita a cuenta de los donativos a la tribu mayo.
la gobernadora María del Rosario Avilés Carlón, del pueblo de Santa Cruz del Júpare. Juan Manuel Yocupicio Zambrano, miembro del grupo Saylam Yoreme de la Frontera, dijo que se trató del primer evento, de gran magnitud, al cual asistieron más de dos mil personas, pues Nogales es una frontera que alberga a Miles de indígenas mayos.
Apunto que era una velación a San Isidro el Labrador, el santo de la lluvia, vinieron danzantes autóctonas de pascola y venado de Sonora y Sinaloa, para reunirse y pedir por la salud y que traiga el líquido vital que es el agua, es por eso que los integrantes que organizaron este evento e invitaron a toda la población a vivir juntos la velación y procesión en honor al santo San Isidro el Labrador y la virgen de Guadalupe.