El confinamiento, el estrés y la depresión son factores determinantes para que una personas suba de peso durante este tiempo de pandemia.
Para muchos la llegada del COVID-19 a México ha dejado estragos no solo sus bolsillos si no en su cuerpo y no precisamente por haberlo padecido, sino por haber aumentado de peso. Esto se debe a que la enfermedad y las muertes genera incertidumbre de al no saber qué va a pasar, también desencadena episodios de estrés, ansiedad y miedo, patologías que orillan a la persona a refugiarse en la comida.
Otro factor determinante es que con el confinamiento se deja de realizar actividad física cambiando a un estado de sedentarismo, así mismo se empiezan a consumir productos que se encuentran regularmente en las tiendas los cuales son muy procesados, al igual que la comida rápida.
Hasta el mes de junio el 25.49% de las personas fallecidas por COVID-19 en México tenían obesidad.
42.8% de los que murieron padecían hipertensión
37.46 tenían diabetes
Ambas consecuencias de la obesidad
Cabe señalar que un paciente de 35 o 40 años con obesidad, diabetes e hipertensión, tiene 10 veces más riesgo de muerte por COVID-19 que otro paciente.