A casi cuatro meses de la suspensión de actividades presenciales debido a la contingencia sanitaria por la pandemia del Covid-19, fueron muchas las niñas y niños los que se han visto afectados no solo por la falta de clases sino por las condiciones geográficas y económicas, en el que no hay una señal eficiente de telefonía móvil, o no cuentan con algún medio digital.
Ante esta situación, en el patio de la familia Núñez Gutiérrez, de la comunidad de Santa Rosa de Lima, un pueblo zapoteca del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, han creado un taller donde se aprende a bordar los huipiles y las enaguas, vestimenta tradicional de la región, esta es la manera en la que aprovechan la cuarentena por el Covid-19.
Antonia Núñez Gutiérrez, fundadora y maestra de bordados, declaró para Meganoticias que el principal motivo de la creación de este taller fue el cierre de escuelas debido a la situación sanitaria actual, refiere que las actividades que llevan a cabo los niños y niñas, es un tipo de educación alternativa mientras preservan su cultura y sus tradiciones.
"Los niños no tienen clases, están en casa, no tienen nada que hacer, y desgraciadamente en este tiempo la tecnología está consumiendo mucho a nuestros niños, en este taller se busca inculcarles la cultura, el amor al arte, el amor a su tierra, el amor a su pueblo..."
Son 11 menores, entre niñas y niños de 7 a 16 años de edad quienes bordan y tejen en este taller infantil, cada quien avanza a su ritmo, las instrucciones se dan en zapoteco, porque aquí, esa es su lengua materna.
"El tiempo de aprendizaje depende de cada niño, cada cabeza es un mundo, hay niños que aprenden en muy poco tiempo, hay niños que tardan un poquito más..."
Para este taller tradicional, invitaron a las hijas de las vecinas, primas y amigas a reunirse dos veces por semana; cada alumna lleva su bastidor de madera, sus telas, agujas, tijeras e hilos.
Reyna de 9 años de edad, ya no le es difícil bordar, toma con facilidad el hilo y lo introduce en la aguja para continuar bordando. Al igual, que Renata, de 7 años, ella ya aprendió a hilvanar el hilo con la aguja, elabora flores y hojas, pues una de sus metas es llegar a confeccionar los tan coloridos trajes regionales.
Las clases de bordado continuarán hasta que las autoridades educativas den fecha para el inicio de las clases presenciales.
Cabe señalar, que, en Santa Rosa de Lima, no hay ningún caso positivo de Covid-19, sin embargo, cada integrante de dicho taller, hace uso de la sana distancia.