Tres instituciones educativas fueron "lastimadas" en robos y daños, entre ellas el centro de atención múltiple número uno, en este plantel no lograron el objetivo de llevarse el cableado, pero sí afectaron el sistema eléctrico de tal modo que no cuentan con energía eléctrica para su operación, sin luz ni agua al no servir la bomba eléctrica, la operación de la institución está limitada, por lo que la supervisora de educación especial, Rosa María Muñoz, pidió a la ciudadanía el comprometerse y denunciar este tipo de acciones para una rápida atención de seguridad pública, así mismo a los propietarios de las empresas recicladoras, destino final del cobre de las escuelas para que dejen de comprar estos materiales y así frenar las grandes repercusiones que tienen las escuelas públicas, ya que por burocracia la reparación del daño es lenta, y mientras se solventan, los niños no tienen agua en los sanitarios ni luz en sus salones, y por obviedad no pueden acudir a sus clases, retrasando aún más su enseñanza, que por la pandemia se ha mermado, y en educación especial todavía más.